Al rey le da La real gana de matar, por mucho que todo aconseje no hacerlo. Jesús Mosterín, no arremete contra lo esencial, acabar con la Monarquía, pero le da un buen rapapolvo.
«Desgraciadamente, no es esta la primera vez que las cacerías de don Juan Carlos exigen cuantiosos pagos a empresas como Abies Hunting y Rann Safaris, que ofrecen cacerías de animales normalmente protegidos a cazadores adinerados y sin escrúpulos. Todo el mundo ha visto la fotografía de don Juan Carlos y el cazador blanco Rann que lo acompaña junto al cadáver, apoyado en un árbol, del elefante que acaban de acribillar y que presenta una estampa incomparablemente más noble y hermosa que ellos.»
2012-04-19 11:36
Que el rey mate elefantes es un síntoma, una consecuencia; el problema de fondo es considerar a los demás animales como objetos, ya sea para cazar, para comer o vestir. Y en esto, el rey no se diferencia del resto de la gente que participa en la explotación animal. El único motivo real que tenemos para justificar el comer a otros animales (o vestirnos con trozos de sus cuerpos) es el placer que obtenemos de ello.