Costica Bradatan escribe sobre los muros mentales que se contruyen, y se intentan derribar: Escalando el «muro mental».
«Los muros son construidos no por seguridad, sino por un sentido de seguridad. La distinción es importante, lo saben muy bien quienes los mandaron erigir. Lo que el muro satisface es más una necesidad mental que una material. Los muros protegen a la gente no de los bárbaros, sino de las ansiedades y los miedos, los cuales usualmente son más terribles que los peores vándalos. Así, los muros no son construidos para quienes viven fuera de ellos, como la supuesta amenaza que son, sino para aquellos que viven dentro. De alguna manera, entonces, lo que se construye no es un muro, sino un estado mental.»