Discutible, claro, la diatriba de Marina Burana contra lo que ella cree es la banalización de la cultura en los tiempos que corren: La literatura en los tiempos del cólera.
«Esta es una rápida síntesis sintomatológica de cómo el virus del entretenimiento asciende hacia las células de la cultura con su ácido nucleico de estupidez y superficialidad. Dentro de esa cultura se halla, desde ya, la pobre literatura. Y digo pobre porque de todas las artes es la más silenciosa, la más solitaria y la que menos aplausos recibe. Nadie aplaude cuando termina de leer un libro. Definitivamente nadie le festeja las hazañas a Don Quijote y a Sancho tirándole rosas u ositos de peluche (mucho menos bombachas como las enloquecidas fanáticas de Sandro).»