José Antonio Millán se pregunta si no tendría sentido que ciertos libros se vendiesen en más sitios que en las librerías. Y no se refiere a kioscos o a centros comerciales, no. ¿El lugar de los libros es siempre la librería?.
«Extrapolemos: libros de recetas en el supermercado; o mejor aún: libros de recetas de pescado en la pescadería (del supermercado o no); libros sobre el cuidado de las plantas en la floristería; libros de viajes en la agencia de viajes (en las pocas que quedan…); libros de salud en farmacias; libros sobre dietas veraniegas y cuidado de la piel ante el sol en las tiendas playeras de toallas y flotadores; libros sobre “hágalo usted mismo” en las ferreterías; el lector puede añadir ejemplos, porque seguro que hay más. A ello se podría añadir: libros de un cierto tema en la web de venta de productos relacionados.»