Quizás esté yo espeso, pero me resulta un poco críptico este texto de Alfredo Herrera Patiño, aunque también me parece que merece la pena desentrañarlo, y ganar por el camino: Cuando los demasiados libros son muy pocos
«¿Por qué es tan difícil comprar algunos libros si se clama que hay demasiados? Porque es falso que haya demasiados libros. Hay demasiados para una librería de un pueblito. Nada más y nada menos. Hasta que alguien de otro pueblito pensó que esos demasiados eran pocos. Las consecuencias están a la vista.Y tiene nombre. Empieza con A y acaba con mazon. (Digo, queda mejor que nuestros amigos de Seattle…)»