Benoît Cros sobre King Zero, monje y opositor en el exilio al régimen dictatorial birmano: Birmania. El monje revolucionario.
«Desde hacía meses trabajaba con otros monjes para activar la oposición del mundo religioso. En los primeros meses de ese año había ido a Bangkok y Nueva Delhi para encontrarse con líderes de la oposición en el exilio. De estos viajes volvió con gran cantidad de libros. “Mis amigos me advertían del peligro y me decían que podía acabar en la cárcel, pero yo veía que cada vez más monjes se mostraban interesados”, recuerda. Junto a sus compañeros, empezó a repartir secretamente panfletos políticos –que escondía en el cuenco destinado a la limosna– en los que se definía su estrategia no violenta y su apuesta por una transición pacífica del régimen. Pegatinas con la señal STOP comenzaban a verse por las calles de Rangún.»