A días de comenzar la Feria del libro el Secretario de Comercio pone nuevos frenos a las importaciones de libros en Argentina. Fútbol para todos, libros para muchos menos
«El enorme volumen de libros que antes se importaba debería estar produciéndose ahora en el país. Como eso es imposible, ya que la capacidad instalada no puede multiplicarse en tan poco tiempo, las imprentas nacionales están dando prioridad a los pedidos que resultan más convenientes para sus finanzas (los títulos de los grandes sellos, de capitales transnacionales, que son los únicos que se imprimen de a decenas de miles de ejemplares). Así, una medida que busca proteger a la industria nacional favorece en los hechos a las multinacionales de la industria editorial y ahoga a las medianas y pequeñas empresas, que imprimen menos cantidad pero suelen editar los libros más interesantes, innovadores y arriesgados del mercado.»