Luis Daniel González comenta la exitosa serie «Diario de Greg», de Jeff Kinney, y publica un artículo que interroga los rasgos básicos del subgénero de los libros de «chicos malos»: Libros infantiles ¿divertidos?.
«Un rasgo básico de los libros de “chicos malos” es el humor. Una parte se basa en que ponen a sus protagonistas en situaciones cuyas implicaciones ellos no comprenden bien, pero sí captan sus lectores, que sufren o se divierten por anticipado al hacer conjeturas sobre cómo podrán sus héroes salir de los líos en los que se meten. Otra, para lectores de más edad, se apoya en las ironías hacia el comportamiento adulto: bien al contrastarlo con el que se pide a los niños, bien al poner de manifiesto la falta de conocimiento del niño que algunos educadores tienen. Esto quiere decir, en el caso de los libros más declaradamente satíricos, que no se pueden esperar personajes adultos sin un lado cómico: el género no lo permite.»