Sobre la levedad del ser, del ser actor, escribe brevemente Elvira Lindo y sobre las frustaciones de muchos “profesionales de la interpretación” incluso de la escritura ante el resurgir del llamado don natural, de lo vulgar. Intrusos
Carmen Castro | 15/01/2003 | Artículos | Miscelánea
Comentarios
Sergio 2003-01-15 18:33
Que gran verdad: el actor aficionado transmite
mas que las estrellas, los chicos de OT venden
mas que los cantantes famosos, la novela del
oscuro profesor de literatura -tantas veces
rechazada por los editores- obtiene el premio
nacional de literatura…
Ah, pero el marketing nos obliga a admirar
a Fernan Gomez, idolatrar a Luz Casal y que
nadie se pierda la ultima novela de Garcia
Marquez…
Al lado de tamanya divinizacion de los nombres
propios, resulta refrescante la frivolidad de
Tombola y el Gran Hermano: si hemos de aupar al
exito y la fama a alguien que no es mejor que
los demas, al menos celebremoslo llevando la
estupidez hasta los limites del absurdo.
2003-01-15 18:33 Que gran verdad: el actor aficionado transmite mas que las estrellas, los chicos de OT venden mas que los cantantes famosos, la novela del oscuro profesor de literatura -tantas veces rechazada por los editores- obtiene el premio nacional de literatura… Ah, pero el marketing nos obliga a admirar a Fernan Gomez, idolatrar a Luz Casal y que nadie se pierda la ultima novela de Garcia Marquez… Al lado de tamanya divinizacion de los nombres propios, resulta refrescante la frivolidad de Tombola y el Gran Hermano: si hemos de aupar al exito y la fama a alguien que no es mejor que los demas, al menos celebremoslo llevando la estupidez hasta los limites del absurdo.