Valencia está finalmente en fallas y el guionista Paco López Barrio repasa su historia, sorprendente y desconocida, mostrándonos cómo pasaron de ser una fiesta de la sátira y el humor irreverente a un festival reaccionario y complaciente con el poder. Combustible para fallas
«La falla surgía de los barrios populares y llevaba toda la carga crítica de la gente humilde. Y se señalaba, sin duda alguna, hacia el “enemigo de clase”, explotador y traidor a su pueblo. La falla molestaba a las clases pudientes, que siempre consideraron la fiesta propia de gente de baja estofa. El franquismo acabó con todo eso.»