Ese lector compulsivo que es José Ángel Barrueco nos deja aquí una interesante reseña de Compañía K, de William March, un clásico americano de los años treinta que permanecía inédito en España.
«William March estuvo en la Primera Guerra Mundial, y sabe de lo que habla, y la novela refleja ese catálogo de experiencias. Y nos cuenta el adiestramiento, el viaje hacia Europa, las trincheras, la contienda, las muertes, los hospitales improvisados, el regreso a casa, la locura que se apodera de algunos supervivientes y el desencanto de muchos soldados. Cada relato o cada narración individual está contada por un soldado; son un total de 113 relatos o fragmentos (o estampas, en palabras de sus editores), casi todos de apenas un par de páginas de extensión, en los que se nos ofrecen todos los matices de una guerra: las fotos de las novias, los actos heroicos, las crueldades, los fusilamientos, los cuerpos desmembrados, las deserciones, las medallas asignadas a quienes saben que no hicieron más que otros, los permisos y las prostitutas, los hombres que se despiertan y comprueban que les han amputado la pierna… y también los muertos.»