Aznar y sus reformas urgentes. Algunas ya habían sido prometidas en espantadas anteriores o ya existen o da igual que existan.
Consuelo Sánchez-Vicente se marea con tanto ir y venir publicitario del Gobierno: “Toda reforma legal, por pequeña que sea, lleva su tiempo. Tiene sus trámites. No basta con enunciarla para que cobre vida. Pero como Aznar y sus ministros hablan “en titulares” y cada vez más parecen preferir el lenguaje mágico de la publicidad al razonamiento lógico, da la impresión de que cada cambio que anuncian, por complejo que sea, entra en vigor según lo anuncian. En el mismo acto. Y que basta alargar la mano para alcanzarlo. Como en la publicidad.”
Mareo.