Winston Manrique Sabogal, Una tormenta perfecta azota el mundo del libro, bastante atinado detectando problemas, sean estos reales o imaginados.
«La inquietud sobre esta crisis en el mundo del libro, más allá de cualquier efecto inmediato como del 10% menos en las ventas, tiene que ver con su proyección a mediano y largo plazo. Porque si bien es cierto que la industria editorial es en su gran mayoría privada, las ayudas y subvenciones están dirigidas, especialmente, a renglones que buscan el fomento, la divulgación y la promoción de la lectura, es decir, de creación de nuevos lectores, de personas que con su lectura compren libros y por tanto dinamicen el sector. Y, ahora mismo, lo que estaría más en riesgo con los recortes son las bibliotecas, las campañas de lectura y los diferentes encuentros, ferias y citas literarias. A todo ello se suma la piratería digital, la unificación del IVA al del papel, que es del 4% mientras el digital es del 16%, y los riesgos de posiciones monopolísticas.»