Guillermo Ortiz recuerda el momento en el que el gran Magic Johnson anunció públicamente que tenía sida y cómo fue su vida deportiva a partir de ese momento. Y el SIDA acabó con Magic Johnson.
«Poca gente hizo más por la lucha contra el SIDA que Magic. Igual que Rock Hudson o Freddy Mercury habían pasado todo el sufrimiento en soledad, sin dar explicaciones de su deterioro más que en los últimos momentos de sus vidas, Magic decidió coger el toro por los cuernos. Gracias a él supimos que VIH y SIDA no eran exactamente lo mismo. Que uno puede tener el virus y no desarrollar la enfermedad. Nos enteramos de verdad —más allá de aquel “Póntelo, pónselo”— de qué tipo de contactos eran potencialmente contagiosos y cuáles no ofrecían cuidado alguno.»