Me confieso lego en la materia, así que si fuera a Valencia el próximo fin de semana me fiaría de las recomendaciones que da Salvador Enguix: Las fallas de Valencia: guía para entenderlas y disfrutarlas
«No es necesario ser fallero para divertirse mucho en la semana de fallas en Valencia. Muchas son las posibilidades. De entrada, se pueden visitar los monumentos falleros y sus “ninots” (que son el ejemplo de la expresión crítica del artista fallero y de la sociedad valenciana), disfrutar de la buena gastronomía de la ciudad y observar el espectáculo callejero de las idas y venidas de las comisiones falleras acompañadas por sus bandas de música. Pero no sólo eso. Muchas comisiones falleras organizan en sus “casales” conciertos o espectáculos musicales a los que puede acercarse todo el mundo. Contra lo que se dice muchas veces, las fallas son una fiesta muy abierta a todo el mundo. Finalmente, basta comprarse un “blusón fallero” —que es como los antiguos protectores de ropa que utilizaban los operarios y que se venden sobre unos 8 euros en los kioskos o bazares chinos- comprar petardos —de fácil acceso y en múltiples puntos de venta- para sentirse un poco fallero. Y si además conocemos a algún fallero en Valencia, mejor para poder integrarse en la vida de los “casales”.»