Bruno Latour, Genealogía del laboratorio.
«Pero el laboratorio desciende también del estudio o, más precisamente, de esos lugares tan atrincherados como el taller del artesano en donde se inventaron durante milenios las que hacemos bien en llamar “tecnologías intelectuales”. Hay otro tipo de pruebas, no menos materiales, que son capaces de metamorfosear actividades “concretas” en actividades “abstractas” y de transformar poco a poco cerebros ordinarios en ¡cerebros de sabios! ¿Cómo definir ahora al laboratorio? Creo que no lo simplificaría demasiado diciendo que es un “cadáver exquisito”, el encuentro improbable de un taller y de una técnica intelectual.»