James Gunn en cinco puntos es un perfil del heterodoxo y marginal cineasta que a mí me recuerdo lo panignorante que soy. Noel Ceballos.
«3. Terror tróspido. Hace unos años entrevisté a Gunn por teléfono, y me dio la sensación de que se mostraba un poco avergonzado por sus orígenes en la factoría Troma, para la que escribió y dirigió (en la sombra) lo que el mismísimo Kenneth Branagh consideró una magnífica adaptación de Shakespeare: Tromeo and Juliet (1996). No obstante, se le notaba mucho más orgulloso del proyecto que estaba promocionando: Slither (2006), su segundo trabajo tras las cámaras, una estupenda actualización de cierta corriente lúdica de terror ochentero que compartía con Tromeo su gusto por el slapstick gore.»