Ramón Besa, Intercambio de rehenes, sobre Vázquez Montalbán, el fútbol y el periodismo.
«Pertenecer sentimentalmente a un club no significaba servir a sus representantes, sino ser más exigente con su equipo que con los adversarios. Manolo tenía muy buen gusto, su espíritu crítico era acentuado y escribía desde el conocimiento. Hoy la militancia es una cosa muy distinta. Ya no se trata de preguntar, procesar y discrepar, sino que a menudo la cuestión es fomentar el negocio sin escrúpulos, hasta el punto de agitar el fundamentalismo. A partir del alistamiento, muchos periodistas hacen una defensa tribal de lo suyo y una descalificación sin matices de lo otro. Han desaparecido los grises, no se contextualiza, y se impone la descalificación o admiración.»