Henrique Mariño, sobre el gran articulista de la Edad de Plata: Julio Camba, el primer distópico.
«Aunque haya pasado a la posteridad por las crónicas políticas o por el arte de comer (y después contarlo), su viajado currículo oculta en un pliegue una obra que le hace merecedor de pasar a la historia no sólo del articulismo español sino también de la literatura universal. Instalado en Nueva York como corresponsal del diario fundado por Torcuato Luca de Tena, comienza a enviar un rosario de textos proféticos que darían para Un año en el otro mundo, un libro con el que se adelanta a la santísima trinidad distópica.»