De la videovigilancia literaria al videocontrol de Black Mirror, gran artículo de Vicente Luis Mora sobre las ficciones que abordan el tema del Gran Hermano orwelliano.
«En un ya lejano texto decíamos que las sociedades de encierro de Foucault habían dejado paso a las sociedades de control de Deleuze, aunque las metáforas del panóptico de aquel, como hemos visto, siguen muy presentes en estos días. No hace falta ya, para la gestión del poder, controlar físicamente los actos, basta con vigilarlos; según expuso Lipovetsky, “para sustituir a la antigua sociedad disciplinario-totalitaria, ya está en marcha la sociedad de la hipervigilancia”. Los nuevos modos telemáticos de comunicación tienen un doble efecto, señalado hasta la saciedad: otorgan libertad a los ciudadanos por un lado, y se la quitan por otro.»