De momento son sólo unos prototipos que producen objetos a partir de material plástico, pero seguramente llegará el día en que los diseños de objetos físicos se difundan por la red como ahora los culturales. Algo como lo que ya anticipara Ralph Williams en su relato “El duplicador de materia”. Laia Reventós en El fabricante soy yo.
«The Pirate Bay, el portal sueco de intercambio de ficheros, colgó días después de la clausura de Megaupload archivos de diseños 3D para fabricar objetos. Los llamó “physibles” y tildó el movimiento como el “próximo paso” de la digitalización. No es ni el primer ni el único sitio que ofrece estos ficheros para compartir con cualquiera conectado a Internet. En el repositorio Thingiverse, por ejemplo, se intercambian aquellos creados por los internautas, principalmente diseños de hardware bajo licencias libres GPL y Creative Commons. Y en Google 3D Warehouse hay disponibles muebles, complementos y accesorios de Ikea en tres dimensiones, entre otros diseños.»