Carlos Boyero no deja a nadie indiferente, eso desde luego. A algunos nos cae mal o muy mal, pero otros lo defienden con pasión. Incluso extensamente, como hacen Pablo Vázquez y Toni Junyent en este larguísimo diálogo En defensa de Carlos Boyero.
«Yo me pregunto, ¿por qué, de repente, estamos tú y yo aquí queriendo defender a Boyero? En parte porque somos así y nos gusta bailar sobre las brasas. Pero Boyero se convierte en tema de discordia reciente (no sé si ya lo era hace veinte años) sobre todo a raíz de una carta al director de El País en la que casi trescientas personas, entre ellas directores de cine, de festivales, etcétera, se lamentan de que el periódico mande a cubrir festivales a alguien tan poco respetuoso con el cine. La carta al director se convirtió en una especie de manifiesto. Yo, al menos, no puedo negar que empecé a seguir más a Boyero desde entonces. No firmé el manifiesto, que llegó a mi correo. Por una razón sencilla: hasta aquella fecha, Boyero no había dicho nada que me hubiera ofendido o indignado. Puedo entender a quienes sí se encuentren en ese caso. Pero no sé, yo no me lo tomo tan en serio ni tan a pecho como para ir a un periódico concreto a decirle que no me gusta lo que escribe tal persona y que quiero que lo cambien.»