Malos tiempos para lo dígital… Manuel M. Almeida advierte sobre la deriva censora y demonizadora de lo digital como método de control de la ciudadanía: ¿Hacia un estado de excepción digital?.
«Impresionante. Las cosas se ponen cada vez más crudas en el ámbito de los derechos y libertades en la Red. Considerar la protección de la privacidad online como un indicio de actividad terrorista equivaldría a sospechar de cualquiera que, en la ‘vida real’, protegiera, por ejemplo, su número de teléfono u otros datos sensibles de carácter confidencial. Demencial, ¿no?»