Josep Lapidario nos ofrece un minucioso, apasionado y extenso repaso, en dos capítulos, a la vida y obra de Roberto Bolaño. Roberto Bolaño, el último perro romántico parte I y parte II
«Por poner las cartas sobre la mesa desde el principio: Roberto Bolaño hubiera ganado el Nobel de Literatura de no haber sido por su temprana muerte en la cumbre de su talento literario. Podría tatuarme sus frases más lapidarias en el cuerpo, como Guy Pearce en Memento. Una de ellas, sacada de su magistral conferencia Literatura + enfermedad = enfermedad me define con la suficiente precisión como para que la use en todas partes: “Los libros son finitos, los encuentros sexuales son finitos, pero el deseo de leer y de follar es infinito, sobrepasa nuestra propia muerte, nuestros miedos, nuestras esperanzas de paz”.
Así que si algo no será este artículo en dos partes (que se prevé largo e intenso al estilo Jot Down, ¡abróchense los cinturones!) es imparcial.»