Dice
Tomás Eloy Martínez: “ningún diccionario es inofensivo –así como ninguna palabra es inocente–, todos ellos delatan, comúnmente, los usos, los prejuicios y las incertidumbres de la época en que se escriben. Quizá el mejor medio para conocer a una nación es lo que hace ella con su lenguaje”. Dice también que la mayoría de los Diccionarios Hispanos han tenido como referencia el de la Real Academia de la Lengua Española, que entre sus joyas definitorias
versión de 1992 concede la capacidad de “
Ser animado racional” al hombre, omitiendo la misma a la mujer. ¿Se hacen una idea de hasta dónde puede llegar la reproducción de estereotipos discriminatorios?.
¡Cuidado con los Diccionarios!.