Que el desastre del Prestige y la más que probable guerra a Irak tiene como fondo el mercadeo del petróleo, resulta obvio; que en ambos desastres es preciso exigir responsabilidades también.
Victor Sampedro Blanco va más allá en su reflexión, situando la guerra de petroleras como trasfondo y todo lo demás como efecto colateral, con el necesario protagonismo de la manipulación mediática y demás instrumentos del sistema neoliberal.
La marea del Prestige, efecto colateral de la guerra de Irak.