Sobre la naturaleza de la vanidad literaria, su materia prima en el consenso histórico y su identidad de alimento principal del creador: La vanidad literaria, de Javier Gomá Lanzón.
«En el ámbito literario, en cambio, la historia no es acumulativa. ¿Es superior Tolstói a Goethe, éste a Shakespeare, éste a su vez a Dante, Virgilio y Homero? La obra de uno de ellos no anula la validez de la anterior ni la reemplaza. El espíritu artístico no progresa —como lo hace el relevo que se traspasan de mano en mano los atletas— sino que deviene, y sus obras maestras, aun las más antiguas, disfrutan todas de una actualidad simultánea. Aquí la categoría de progreso no es explicativa.»