Partiendo de su propia situación (lleva cinco meses sin cobrar), Luis Ordóñez hace un análisis de la victoria de Francisco Álvarez-Cascos en Asturias y de las consecuencias de ésta. Mi vida como esclavo
«Mi esclavitud nace cuando mi actual amo, el presidente de Asturias Francisco Álvarez Cascos, decide retener el pago de un crédito al ente de radiotelevisión autonómica el pasado verano. La consecuencia para los trabajadores llegó en septiembre cuando las diferentes productoras que tienen contratos con el ente llegaron al límite y nos comunicaron que no podían seguir pagándonos el sueldo. Eso sí, el contrato había que cumplirlo, a rajatabla, o perderíamos nuestros derechos laborales, sería causa de despido procedente y no solo nos arriesgábamos a perder los salarios adeudados sino también las correspondientes indemnizaciones una vez que el amado líder nos enviara al paro. No se trató de un proceso sencillo, lo cierto es que el gobierno de Cascos comenzó negando que hubiera tal impago, luego pasó a justificarlo diciendo que se hacía para no cerrar hospitales, luego que no tenía nada que ver con el asunto. El blog de los trabajadores ha recogido en un gráfico todas esas contradicciones.»