Volvemos sobre la insultante destitución del director del Festival de Cine de Gijón. Ahora es Borja Crespo el que, indignado, advierte sobre el lento pero constante ataque a proyectos culturales innovadores con la excusa de la crisis: La cultura herida. [Ref.: @casiopeaexpres]
«Lo que ha ocurrido en Gijón está ocurriendo en otras ciudades, quizás más a la chita callando. La sensación entre los profesionales de la gestión cultural es que, aceptando los recortes y el evidente estado de las cosas, no se respetan unos mínimos, no se reconoce el trabajo bien hecho, no se valoran los resultados artísticos y la apreciación del público. En el caso de Cienfuegos no hay agradecimiento alguno, por las formas en que ha sido destituido, a su aplaudida labor —los datos lo avalan— llevando la batuta de un proyecto que ha calado más allá de nuestras fronteras y ha puesto a la ciudad que lo acoge en el mapa. El festival gijonés ha sido comparado, en entidad y espíritu, a Sundance, por repercusión y capacidad de generar movimiento en el sector y alrededores.»