Pues a saber si lo que dice Pedro Jorge Romero tiene una base real o no, pero ahí queda su opinión sobre los patrones sexistas que se observan en series como Dr. Who o Sherlock. Patrones sexistas.
«Por tanto, no se pueden imaginar mi sorpresa al ver el primer episodio de la nueva tanda de Sherlock, “A Scandal in Belgravia”, y encontrarme con un personaje llamado Irene Adler que no es más que una nueva versión de River Song. Empieza como mujer inteligente, independiente, combativa, capaz ampliamente de dar la réplica a Sherlock. Pero a partir de ese punto de partida, el episodio progresivamente la va aplastando, sometiéndola lentamente al personaje protagonista, tornándola un objeto sexual —de paso, convirtiendo la serie en un juego de niños pasándoselo bien—, hasta concluir con una escena de dominación masculina tan esperpéntica y ridícula que sólo puede tener sentido si la consideramos una fantasía de poder producto de la mente enferma del protagonista. Aumentando el paralelismo, incluso descubrimos que Irene no actuó por iniciativa propia, sino que ella es también un arma lanzada específicamente contra Sherlock. Ante ese panorama, lo que empezó pareciéndome un episodio ingenioso se me fue desmoronando con el paso de los minutos.»