La desaparición del Ministerio de Cultura en el nuevo ejecutivo de Mariano Rajoy ha sido recibido con numerosas críticas en el mundo de la cultura. Adrián Hiebra, en un texto imprescindible, plantea las preguntas necesarias: ¿para qué un Ministerio de Cultura? ¿Para quién? ¿Con qué objetivos? La intrascendencia del Ministerio de Cultura.
«Insisto en el interrogante, que no tiene nada de retórico: ¿para qué un ministerio? Porque, aunque se habla sin parar de la independencia económica de la cultura, no se concreta cómo debe traducirse aquélla ni qué tenemos que entender por ésta. Entre los discursos de los profesionales del sector se repite con frecuencia un mantra: “la cultura genera riqueza y atrae turismo”. Muy bien, aceptemos barco. ¿Por qué no dejarla en manos, entonces, del novísimo Ministerio de Industria, Energía y Turismo? Nada parecería más lógico y, sin embargo, la solución enerva a los defensores de la cantinela cultura-PIB. ¿Incoherencia o cinismo? Juzguen ustedes.»