Fernando Valladares llama la atención sobre la desaparición de la ciencia del “campo” ministerial. Es lo que ocurre cuando uno vive en un país —ojo, un país, no un gobierno— que no cree ni mínimamente en la ciencia. Sin ministerio… ¿sin rumbo?.
«La preocupación de traer dinero al sistema ha llevado a poner a banqueros, llamados eufemísticamente “tecnócratas”, que son responsables de los problemas de deuda que arrastramos todos, que no han sabido anticipar los bandazos bursátiles, y que para mayor ironía provienen alguno de ellos de las mismas entidades que dieron lugar a la actual crisis económica global. En el mejor de los casos, estos “tecnócratas” lograran cuadrar las cuentas y pagaremos las facturas internacionales a costa de empobrecer el país. Eso, en el mejor de los casos. Cuando logremos llegar a ese final del túnel donde parece que hay una luz nos daremos cuenta de que los demás países no nos estaban esperando. Alemania por ejemplo sigue invirtiendo mucho en investigación, su locomotora científica estará aun mas lejos de lo que está hoy, y nuestro País iniciará otra etapa de endeudamiento con los que estén en la vanguardia del conocimiento.»