Sergi Puertas nos cuenta como un solo parado puede hacer muchas cosas para mantener activa la economía, permitiendo a mucha gente conservar su empleo. La lucha contra el desempleo.
«Un mes después te levantas de la cama y te pasas por el INEM de nuevo a preguntar por lo tuyo. Resulta que sigue sin haber nada. Ahí andas ya un poco mosqueado, de modo que le sacudes un puñetazo a la mesa y comienzas a liarla. La burócrata se pone nervi, un segurata interviene y te lanza una zarpa al hombro. Te invita a acompañarle a la calle, donde quedas de pie más solo que la una, parpadeando bajo el sol. Esta vez son dos los ciudadanos a los que has dado oportunidad de desempeñar sus cargos y de demostrar que son útiles a la sociedad. Dos ciudadanos que van a conservar sus empleos. No está mal, pero tú te quedas sin. Y es que así tampoco, hombre.»