Antón Castro publica en su blog algunas de las cartas que el premio Nobel de Literatura Saul Bellow a algún amigo, alguna amante, alguna relación tormentosa… Saul Bellow y sus cartas.
«Querida Yetta:
Sé que esta carta será inesperada, menos inesperada por supuesto que mi marcha improvisada, pero inesperada. Ni siquiera yo la había previsto. Solo tuve tiempo de coger mi traje de baño y unas hojas de papel. Los acontecimientos del día me han dejado la mente agitada, pero aprovecho la oportunidad para escribirte, Yetta, para decirte algo que durante semanas se ha estado congregando y fermentando en mi pecho, algo que ha estado hirviendo y bullendo en mi interior, sin encontrar una expresión espontánea. Es algo, Yetta, que, más a causa de la incertidumbre y la cobardía que de cualquier otra cosa, no he conseguido mencionar delante de ti. Cierto, soy un cobarde confeso. Todos somos cobardes intrínsecamente, pero la justificación de la cobardía reside en la confesión.»