Una de las muchas razones por las que nos conviene a todos que la gestión de Lula como presidente de Brasil tenga éxito es su apuesta por el software libre. Proyectos similares se vinieron abajo en México y en Perú gracias a sobornos por parte de las multinacionales del software. “Sin embargo, la cuestión no es sólo económica. El principio en el que se basan estos proyectos es que la educación informática sólo puede ser pluralista y que, junto al software propietario, dentro de una escuela debe haber también software libre. Entre otras cosas, porque, señala Marcelo, «una escuela pública que sólo usa Microsoft está haciendo marketing para Microsoft y no puede tener derecho a los fondos públicos para crear futuros consumidores de Microsoft».” En España nos queda mucho por aprender.
Otro software es posible.