José A. Pérez habla de la “mordaza comercial”, esa censura impuesta por anunciantes a los medios de comunicación, libres todos ellos, que jamás hablan de El Corte Inglés y muy poquito del Banco Santander. La omertà del periodismo.
«Colmo de los absurdos, el Estado, supuesto garante de la libertad de expresión, ha fomentado (y fomenta) la censura política en la práctica totalidad de las televisiones públicas. Tanto es así que buena parte de la ciudadanía entiende que las televisiones autonómicas son “del gobierno de turno”, idea que muchos enarbolan ahora para justificar su privatización.
¿Pero acaso los medios privados están exentos de censura? Todos sabemos que cada medio promueve una determinada ideología, y que contrata a sus directores, editores y columnistas en función, entre otros, de ese parámetro. Pero hay algo más. Uno de los aspectos menos comentados de la censura contemporánea es la mordaza comercial que las empresas, sobre todo las grandes, ejercen en los medios con publicidad (y esto vale para los públicos y los privados). Basta hablar con un periodista para que, a eso de la tercera copa, te suelte un “estamos secuestrados por comercial”, afirmación con tantas lecturas como letras. »