Mauricio Cruz trata el tema de las grandes firmas de moda que entraron (y entran) en el mundo del arte y de la museística. La guerra del lujo es puro arte.
«En 1999, los dos mayores faraones de la moda y el lujo, François Pinault y Bernard Arnault, se peleaban por el control de Gucci. Desde 2006 libran una batalla por la posteridad y el reconocimiento cultural en la que cada cual se construye un museo una pirámide mayor. Pinault, que creó el grupo Pinault Printemps Redoute (PPR), que ampara firmas como Gucci o Balenciaga, cuenta ya con dos espacios en Venecia, reformados por el arquitecto Tadao Ando, en los que expone su propia colección. Arnault controla el mayor grupo del sector, Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), que cobija 60 marcas como Louis Vuitton, Tag Heuer, Dior o Givenchy. El cuarto hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, espera que el proyecto de Frank Gehry para la sede de la Fundación Louis Vuitton se termine en 2013. El museo se presentó seis meses después de que Pinault inaugurara su primer centro de operaciones en el Palazzo Grassi, pero la oposición vecinal ha demorado su apertura.»