Estremece ver la frialdad con que algunas empresas se lucran en época de crisis, si no ayudaron ya a provocarla. Vicent Boix nos explica qué está pasando con la especulación en la compra de tierras a lo largo y ancho del planeta: Nuevo término para la enciclopedia de la indignación: acaparamiento de tierras.
«Pero el incremento de los precios de la alimentación en los mercados de materias primas, la posibilidad de especular en la compraventa de tierra, la creciente demanda de alimentos y la importancia estratégica de los agrocombustibles para el futuro energético en los países ecológicamente derrochadores, está alimentando la voracidad de inversores que ansían controlar la producción de alimentos y materias primas. En la última década millones de hectáreas han sido arrendadas o vendidas en los países empobrecidos, fundamentalmente en África. En algunos casos son gobiernos que adquieren tierras en otro estado para garantizarse su suministro futuro. Pero en la mayoría se trata de empresas e inversionistas que pretenden producir alimentos y sobre todo agrocombustibles, en ambos casos para exportar a los países ricos especialmente.»