Antonio Rivera Taravillo se despide de uno de los pubs irlandés más míticos de su ciudad, Sevilla, que también fue un lugar importante para mí. Adiós Flaherty.
«Mis recuerdos de los últimos cuatro lustros son ya indisociables de Flaherty. De las muchas pintas bebidas y de algún whiskey (o de ambas cosas al alimón en días de invierno), de la charla con personas venidas de cualquier condado de la isla y procedentes de toda la diáspora irlandesa. De los contundentes desayunos, de los almuerzos en el interior o en la terraza, cuando no en el hermoso patio decorado con motivos añejos de la mercadotecnia de Guinness. De la tertulia y de la introspección. Del ejemplar del The Irish Times desplegado sobre la barra. De las celebraciones del Bloomsday, en sucesivos meses de junio.»