Destaca Alberto Arce la pasividad ante un dato escalofriante: Dieciocho niños mueren de hambre cada día en Guatemala, y pasividad no sólo de las autoridades y organismos competentes, sino también de la ciudadanía.
«Porque según Monterroso, que en esto coincide con el resto de especialistas consultados, la situación del hambre en Guatemala es mucho peor aún de lo que se cree. “Hemos denunciado desde marzo de 2011 que hay sub-registro de casos, por falta de recursos o por motivos que comprendemos pero no podemos demostrar”. Sin ir más lejos, explica que “este año, el barrido nutricional que desarrolla anualmente el Ministerio de Salud ha comenzado con 3 meses de retraso. La consecuencia es clara. Sus datos son incompletos y tardíos. No representan la realidad”.»