Dadan Narval recuerda uno de los momentos más felices de su infancia: el día de su primera comunión, cuando recibió el mejor regalo que podía imaginar: El traje de Zubi.
«Sería difícil explicar la absoluta y total felicidad que me dominó cuando lo tuve por primera vez en mis manos. Quizá si tú y yo fuéramos aún niños podríamos reconstruirla. Hazte cargo: tenía la equipación completa de Andoni Zubizarreta, aquella preciosa camiseta con parte superior y las mangas negras, una banda horizontal verde y el escudo del Athletic bordado en el pecho. Además, la zamarra tenía coderas y los pantalones protecciones almohadilladas en los laterales, con lo que podría lanzarme al suelo sin miedo a magullarme. Acompañando al traje, además, me regalaron unos fantásticos guantes de portero, unas botas de tacos de plástico, medias rojiblancas, y todo un tesoro: un balón Tango de cuero, como con el que jugaba el Athletic en San Mamés»