Si creen que las matemáticas pueden demostrar cualquier proposición, están equivocados; ya lo demostró Gödel en 1931. Con estas ideas, José A. Prado-Bassas escribe un divertido artículo matemático: Dando respuesta a “la mejor pregunta de estadística de la Historia” o por qué los matemáticos no hacemos exámenes tipo test.
«¿Quién de vosotros no ha hecho alguna vez un examen tipo test? Y por supuesto ¿cuántos de vosotros os habéis planteado utilizar el método quinielístico es decir, a voleo, para responder estos exámenes? Probablemente, casi en cualquier carrera hayáis hecho exámenes de este tipo y para evitar que el alumno utilice el azar como aliado, se suele penalizar las respuestas falsas frente a las que se dejan en blanco (0 puntos por respuesta en blanco y -1 por respuesta incorrecta, por ejemplo).»