Guillermo Ortiz recuerda uno de los grandes duelos en la historia del motociclismo español: el que tuvieron en los años ochenta Sito Pons y Joan Garriga por el título de 250cc. Cuando Joan Garriga desafió a Sito Pons.
«La disputa de Garriga y Pons llegó hasta la última carrera. Justo es decir que Pons casi siempre estuvo por delante, muy poco por delante pero lo justo para llevar la iniciativa. Más le valía. Garriga era casi un novato en la cilindrada, apenas su segundo año, y se esperaba de él un futuro glorioso. Cercano a los 30, el futuro de Pons no podía ir mucho más allá de la siguiente temporada, el siguiente circuito. Era una situación de “ahora o nunca” difícil de sobrellevar, la crispación nunca oculta, la tensa relación en la pista llevada fuera, en cada entrevista, en cada reportaje de Solomoto. Cuando Sito cayó en Holanda, Garriga le arrebató el liderato, pero le duró poco tiempo: Pons ganó dos carreras consecutivas y volvió de inmediato al primer puesto.
El líder pareció sentenciar el campeonato ganando la antepenúltima carrera en Suecia, pero el aspirante respondió ganando en Brno con una exhibición de pilotaje.»