En 1994 los presindentes de Ruanda y de Burundi fueron asesinados; desde entonces un pacto de silencio de las fuerzas locales, los medios y la comunidad internacional evita que se sepa la verdad. Ruanda: La confesión de un secreto a voces, por Ramón Arozarena.
«Ha habido un consenso entre especialistas en la región de los Grandes Lagos de África en considerar que el atentado que costó la vida a los presidentes de Ruanda y de Burundi fue el detonante que desencadenó la tragedia ruandesa: el genocidio tutsi, las matanzas generalizadas de hutu, los millones de refugiados, la desestabilización de toda la región, y un largo etcétera de calamidades. El relator especial de la Comisión de Derechos Humanos en Ruanda, en informes de 28 de junio y 13 de octubre de 1994, señaló: “el ataque del avión del 6 de abril, en el cual perdieron la vida el Presidente de la República ruandesa, Juvénal Habyarimana, el Presidente de la República de Burundi, Cyprien Ntaryamira, varias personas de sus séquitos y la tripulación del avión, parece haber sido la causa inmediata de los acontecimientos dolorosos y dramáticos que vive actualmente Ruanda… la muerte del presidente Habyarimana fue la chispa que provocó la explosión e inició las matanzas de civiles”.»