Arantxa Mellado estuvo en la feria del libro de Frankfurt y tiene algunas ideas de lo que debería hacer el español Liber para llegar a aproximarse a su nivel. Lo que Liber debería aprender de Frankfurt y otras ferias del libro.
Liber es una feria auspiciada y co-dirigida por la Federación de Gremios de Editores de España, algo normal teniendo en cuenta que en sus orígenes fue una feria creada por editores y para editores. La FGEE aporta a Liber el 90% de los expositores y gestiona las actividades complementarias, organizadas en su mayoría por asociaciones y empresas. La parte logística compete a la institución ferial que albergue Liber, Ifema cuando se celebra en Madrid y Fira cuando es en Barcelona. Tanto una como otra se ocupan también de comercializar espacios (los stands) para rentabilizar la Feria.
Ambos equipos, el de Madrid y el de Barcelona, cuentan con magníficos profesionales, sin embargo la propia dinámica de la feria, el que se alterne cada año entre las dos ciudades, impide que ninguno de los dos pueda desarrollar un proyecto propio de envergadura, a pesar del apoyo que presta la FGEE y de la existencia de un comité organizador. No hay que olvidar que tanto Ifema como Fira son empresas colaboradoras que intervienen por ánimo de lucro, no por amor al libro, y es normal que no inviertan más esfuerzos, que no se vuelquen en un proyecto discontinuo.