Quizás sea temprano para hablar del ejemplo islandés de salida a la crisis como exitoso, pero Manuel Castells lo contrapone a lo que está pasando en Grecia como un modelo de transparencia y voluntad ciudadana: La solución islandesa.
«El pozo parecía sin fondo. Pero ahí intervinieron los ciudadanos. Miles se unieron a Torfason en su protesta ocupando la plaza Austurvollar en enero 2009 cuando el Parlamento volvía de vacaciones (que no interrumpió por la crisis). La cacerolada siguió durante días, pese a la represión policial, forzando la disolución del Parlamento y nuevas elecciones. El partido de gobierno se hundió y una alianza de socialistas y rojosverdes liderada por Johanna Sigurdardottir llegó al poder. Los tres bancos fueron nacionalizados y reestructurados. Los ahorros de los ciudadanos fueron protegidos por el Gobierno. Pero la decisión sobre las deudas a extranjeros que habían invertido especulativamente fue sometida a referéndum. El 93% de los islandeses votaron no devolver los 5.900 millones de dólares que se debían a inversores ingleses y holandeses. Lo cual obviamente generó un litigio que está ahora en los tribunales.»
2011-11-03 22:34
Es lo que hay que hacer en el mundo. Decirle BASTA a los bancos y su sistema político y económico de apoyo
Chile