Cuando tengamos una extensa bibliografía sobre la creación colaborativa de multitud de obras que hoy veneramos restaremos importancia al concepto de originalidad. Christopher Domínguez Michael explica cómo trabajaba Alejandor Dumas, rodeado de lo que hoy consideraríamos negros: El negro de Dumas. [Ref.: Julieta Lionetti]
«Pero para que aquella industria floreciese, Dumas hubo de rodearse de colaboradores. Maquet, recomendado por el poeta Gérard de Nerval, preparaba la obra. Es decir, hacía las lecturas históricas, las resumía, escribía borradores y desarrollaba argumentos siguiendo el plan general de Dumas, a quien regresaba el manuscrito para recibir el toque artístico y efectuar los cambios que su revolucionaria noción de la economía dramática y del suspenso exigían. También, Dumas agregaba chistes, disgresiones y detalles de autor. Lo que Maquet hacía no era nada distinto a lo efectuado en los talleres de los pintores del Renacimiento o en el equipo de muchísimos escritores y guionistas cinematográficos.»