Nunca había sido tan sencillo leer. ¿Por qué entonces tantas quejas? Alfredo Herrera Patiño apunta algunas respuestas: El paraíso lector.
«¿Por qué entonces tantas y tan frecuentes quejas de los lectores? Nadie defiende la telefonía fija y los teléfonos de disco y nadie lo hace por la sencilla razón que no hay nostalgia alguna. Nunca, tampoco, había sido tan sencillo realizar una llamada telefónica, en casi cualquier parte a casi cualquier otra. El teléfono fijo es un modo más, y no el mejor ahora, de estar conectado. Nadie defiende las máquinas de escribir o las plumas estilográficas. Es mucho más sencillo utilizar los teclados de todos nuestros aditamentos. Pero los lápices y las plumas y las libretas siguen existiendo y nadie teme su desaparición.»