“Siempre es divertido darle la vuelta a las cosas, imaginar que el suelo es el techo y que el techo es el suelo”, algo así como construir el mundo al revés. Pero la realidad nos devuelve cada-cosa-a-su-sitio, al menos éste es el efecto óptico que la realidad nos provoca.
Juan José Millás disfruta de este juego de ingenio,
El Parchís.