Piensa Carlos Alonso Romero que la crisis de superproducción capitalista no es tal, sino sólo una parte o una visión parcial del asunto: Superproducción.
«Pero fundamentalmente, como decía antes, la crisis de superproducción explica sólo una porción de la realidad económica la producción, cuando hace unos cuantos años ya que la producción, el dinero anclado a la fabricación de cosas, ha sido desplazado como eje primordial de creación de riqueza por la titulización, la representación del dinero en productos financieros con cada vez menos anclaje en la riqueza real.
La explicación de la siempre inminente crisis de superproducción da perfecta cuenta del peligro ecológico y social que representa el capitalismo en las democracias progresadas, aquellas en las cuales los que tienen ingresos regulares, los potenciales clientes de la economía de producción, ya tienen cubiertas las principales necesidades (inmueble, comida refrigerada y climatización) e incluso las necesidades aumentadas (el ipad, el curso de tai chi y el ocio planificado).»